¿Qué es la Vejiga Hiperactiva?

La vejiga hiperactiva es un trastorno del tracto urinario inferior caracterizado por una necesidad frecuente y urgente de orinar, que puede resultar en episodios de incontinencia. Las personas con vejiga hiperactiva experimentan contracciones involuntarias de la vejiga que producen una sensación de urgencia, incluso cuando la vejiga no está llena.

Este trastorno puede interferir significativamente con la vida diaria y la calidad del sueño, ya que la urgencia y la frecuencia urinaria pueden ser constantes e impredecibles.

Síntomas de una Vejiga Hiperactiva

  • Urgencia urinaria: Una necesidad repentina e intensa de orinar.
  • Frecuencia urinaria: Necesidad de orinar más de 8 veces al día.
  • Incontinencia de urgencia: Pérdida involuntaria de orina debido a una contracción súbita de la vejiga.
  • Nocturia: Necesidad de levantarse varias veces durante la noche para orinar.

¿Cómo se trata la Vejiga Hiperactiva?

El tratamiento de la vejiga hiperactiva suele depender de la gravedad de los síntomas y la respuesta del paciente a diferentes opciones terapéuticas. Las principales opciones de tratamiento incluyen:

Cambios en el estilo de vida:

  • Limitación de la ingesta de líquidos en momentos específicos para reducir la frecuencia urinaria, especialmente antes de dormir.
  • Evitar irritantes de la vejiga, como cafeína, alcohol y alimentos picantes.
  • Mantener un peso saludable: la obesidad puede ejercer presión adicional sobre la vejiga.
  • Entrenamiento de la vejiga:
  • Técnicas de retención: el paciente aprende a retrasar la micción para alargar el tiempo entre visitas al baño.
  • Entrenamiento de horarios: ir al baño en horarios programados para reducir la urgencia y la frecuencia.

Ejercicios del suelo pélvico

Ejercicios de Kegel: fortalecen los músculos que controlan la micción y ayudan a reducir los episodios de urgencia e incontinencia.

Medicamentos

  • Anticolinérgicos y betabloqueantes: ayudan a relajar los músculos de la vejiga, reduciendo las contracciones involuntarias.
  • Agentes de relajación de la vejiga: pueden aliviar los síntomas, pero pueden tener efectos secundarios como sequedad de boca o estreñimiento.

Inyecciones de toxina botulínica (Botox)

La toxina botulínica intravesical se puede inyectar en la vejiga para relajar los músculos y reducir la hiperactividad. Los efectos suelen durar de 6 a 12 meses, y el procedimiento puede repetirse según sea necesario.

Estimulación nerviosa

  • Estimulación del nervio tibial posterior (ETNP): un procedimiento que utiliza impulsos eléctricos para estimular los nervios y controlar las contracciones de la vejiga.
  • Neuromodulación sacra: consiste en la colocación de un pequeño dispositivo similar a un marcapasos que envía impulsos eléctricos al nervio sacro para controlar la actividad de la vejiga.

Cirugía (en casos severos)

En casos de vejiga hiperactiva resistente a otros tratamientos, puede considerarse una cirugía reconstructiva para aumentar la capacidad de la vejiga o disminuir la presión en su interior. Sin embargo, esta opción es poco común y se reserva para los casos más graves.

La elección del tratamiento depende de la evaluación médica, el estilo de vida del paciente y sus preferencias. Con el enfoque adecuado, muchas personas experimentan una reducción significativa de los síntomas de la vejiga hiperactiva y logran mejorar su calidad de vida.